Un viaje gastronómico a la delicia italiana mas famosa del mundo

La pizza es uno de los platillos más icónicos y queridos en todo el mundo. Originaria de Italia, esta deliciosa preparación de masa horneada cubierta con una variedad de ingredientes ha conquistado los corazones y paladares de personas de todas las culturas.
La historia de la pizza se remonta a la antigua Roma, donde se solían consumir panes planos con aceite y hierbas. Sin embargo, el plato que conocemos hoy en día se gestó en Nápoles, Italia, en el siglo XVII. En sus inicios, la pizza era un alimento humilde y económico, popular entre los trabajadores y marineros del puerto de Nápoles.
En esa época, la pizza era conocida como “picea”, un término utilizado para describir las diversas variantes de panes planos cocidos en horno de leña. Estas preparaciones sencillas pero deliciosas eran ideales para los trabajadores que necesitaban una comida rápida y fácil de transportar.
La primera pizza reconocida como tal fue la “Pizza Margherita”, creada en 1889 en honor a la reina Margarita de Saboya. Fue preparada por el pizzero Raffaele Esposito, quien utilizó ingredientes que representaban los colores de la bandera italiana: tomate (rojo), mozzarella (blanco) y albahaca (verde). Esta combinación de ingredientes, además de rendir homenaje a la monarquía italiana, se convirtió en la base de lo que hoy conocemos como “pizza clásica”.

Ingredientes básicos de la pizza

La pizza tradicional se compone de tres ingredientes básicos: masa, salsa de tomate y queso mozzarella. A partir de esta base, las posibilidades son infinitas y pueden personalizarse con una amplia variedad de ingredientes. Algunas combinaciones populares incluyen:

  • Pizza Margherita: Con salsa de tomate, queso mozzarella y hojas de albahaca fresca. Esta combinación clásica es un ejemplo perfecto de cómo la simplicidad puede crear un sabor excepcional.
  • Pizza Napolitana: Con tomate, ajo, orégano y aceite de oliva. Esta variante resalta la calidad de los ingredientes y la tradición napolitana, donde la pizza se considera un arte culinario.
  • Pizza Marinera: Con tomate, ajo, aceitunas, alcaparras y aceite de oliva. Esta pizza rica en sabores marinos evoca la esencia del mar Mediterráneo.
  • Pizza Quattro Formaggi: Con cuatro tipos diferentes de queso, como mozzarella, gorgonzola, parmesano y provolone. Esta opción es una delicia para los amantes del queso.
  • Pizza Capricciosa: Con salsa de tomate, queso mozzarella, jamón, champiñones, alcachofas y aceitunas. La combinación de estos ingredientes crea un equilibrio entre sabores salados y vegetales.

Tipos de masa de pizza

La masa es un elemento crucial en la pizza, y su preparación puede variar según la región y las preferencias personales. Algunos tipos comunes de masa incluyen:

  • Masa Napolitana: Una masa suave y elástica, con bordes gruesos y una corteza delgada y crujiente. La masa napolitana es amasada a mano y requiere una fermentación lenta para desarrollar su sabor y textura característicos.
  • Masa Romana: Una masa más fina y crujiente, con bordes más delgados. Se estira con rodillo para lograr un grosor uniforme y luego se hornea en horno de leña o piedra para obtener una textura crujiente.
  • Masa Siciliana: Una masa más gruesa y esponjosa, a menudo preparada en una bandeja rectangular. La masa siciliana es conocida por su esponjosidad y su sabor gracias a una fermentación prolongada.
  • Masa de Pizza al Estilo Chicago: Con una corteza alta y esponjosa, más similar a un pastel. Esta variante es conocida como “pizza profunda” y se caracteriza por sus bordes altos que permiten contener una gran cantidad de ingredientes.
  • Masa Integral o de Harina Integral: Una opción más saludable, hecha con harina integral. Esta masa aporta un sabor más nutrido y una textura ligeramente más densa.

Métodos de cocción

La pizza se cocina tradicionalmente en un horno de leña, lo que le otorga un sabor ahumado y un toque distintivo. Sin embargo, a medida que la pizza se popularizó en todo el mundo, se han desarrollado otros métodos de cocción:

  • Horno de leña: La cocción en un horno de leña a altas temperaturas es el método más auténtico y tradicional para preparar una pizza. El calor intenso y uniforme del horno de leña permite que la pizza adquiera una corteza crujiente mientras mantiene los ingredientes jugosos y bien cocidos.
  • Horno de piedra: Los hornos de piedra, tanto comerciales como domésticos, proporcionan una cocción similar al horno de leña, con resultados sabrosos y crujientes. Las piedras absorben y retienen el calor, lo que ayuda a que la masa se cocine uniformemente.
  • Horno convencional: Un horno convencional puede funcionar para cocinar pizza, aunque no proporciona el mismo calor intenso y uniforme que un horno de leña o piedra. Sin embargo, es una opción práctica y accesible para preparar pizza en casa.
  • Parrilla: Cocinar la pizza en una parrilla es una técnica popular para obtener una corteza crujiente y un sabor ahumado. La pizza se coloca directamente en la parrilla, y el calor directo del fuego cocina la masa y dora los ingredientes.
  • Sartén o sartén de hierro fundido: Una opción para preparar una pizza en casa, donde se cocina primero la base y luego se agrega el resto de los ingredientes antes de terminarla bajo el grill del horno. Esto crea una corteza dorada y crujiente, similar a la de una pizza cocida en horno de leña.

Curiosidades y variedades internacionales

Aunque la pizza nació en Italia, su popularidad se ha extendido a nivel global, y cada país ha dejado su toque personal en este delicioso platillo:

  • Pizza Hawaiana: Una variedad criticada por algunos puristas, pero amada por otros. Con jamón y piña como ingredientes principales, esta combinación agridulce ha encontrado su lugar en muchas pizzerías alrededor del mundo.
  • Pizza Californiana: Inspirada en el estilo de vida saludable de California, esta pizza suele incluir ingredientes frescos, como aguacate, rúcula y pollo a la parrilla. Es una opción ligera y llena de sabor.
  • Pizza Mexicana: Con salsa de tomate, queso, carne de res o de pollo, jalapeños, guacamole y salsa picante. Esta variante adopta los sabores vibrantes y picantes de la cocina mexicana.
  • Pizza al Taglio: Una variante italiana que se sirve en porciones rectangulares y se vende por peso. Es una opción popular para un almuerzo rápido y económico en Italia.
  • Pizza Escandinava: Con ingredientes como salmón ahumado, eneldo y crema agria, esta pizza refleja los sabores frescos y delicados de la cocina escandinava.
  • Pizza India: Las pizzas indias pueden presentar una variedad de sabores y combinaciones, con ingredientes como curry, cordero tikka, chutney de mango y paneer.

La pizza como patrimonio inmaterial de la humanidad

La pizza es tan amada y valorada en todo el mundo que, en 2017, la UNESCO incluyó la “Arte de hacer y lanzar la pizza napolitana” en su lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Esta designación reconoció el significado cultural y la importancia histórica de la pizza napolitana y su tradición en Italia.

La pizza napolitana se caracteriza por su proceso artesanal, utilizando ingredientes frescos y técnicas de preparación cuidadosas. Además, la pizza napolitana se ha convertido en un símbolo del estilo de vida napolitano, siendo un espacio para la convivencia y la celebración.

La pizza es mucho más que un simple platillo; es una expresión de la cultura, la historia y la creatividad culinaria. Desde su humilde origen en Nápoles hasta su aclamación mundial, la pizza ha conquistado los corazones y los paladares de personas de todas las edades y culturas. Ya sea una clásica pizza Margherita o una variante extravagante, este manjar italiano sigue siendo una deliciosa fuente de placer gastronómico y un símbolo de unión para personas de todo el mundo.

La pizza ha evolucionado y se ha adaptado a diferentes culturas y gustos, pero en su esencia, siempre ha sido un plato que reúne a las personas alrededor de una mesa para compartir momentos especiales y disfrutar de una experiencia culinaria única. Así que, la próxima vez que disfrutes de una deliciosa pizza, recuerda su rica historia y las infinitas posibilidades que ofrece este plato tan querido. ¡Buon appetito!